domingo, mayo 17, 2009

El consumo de drogas

Mucho se habla allí en Argentina del consumo de drogas por los jóvenes y las consecuencias graves para los consumidores en primer lugar pero también para aquellos que se encuentran cerca cuando aquellos están drogados.
Incluso, ciertos hechos van en el sentido de tratar de ver hasta qué punto “la culpa no es del chancho sino del que le da de comer”, es decir, cual es la responsabilidad de los adultos en ese estado de la juventud.
Me interesa el tema porque es algo mundial aunque tenga facetas diferentes. El consumo de drogas es muy grande aquí en Canadá. Lamentablemente no podría decirles si es mayor, menor o igual que en Argentina porque no encontré informaciones fidedignas y recientes. De nada vale utilizar datos de hace 6 o 7 años cuando sabemos que las cosas han cambiado muchísimo en poco tiempo. Lo que sí les puedo decir es que el consumo de las drogas tradicionales como marihuana, cocaína, hachis o heroína es muy importante y las cantidades son constantes de un año al otro.
La gran mayoría de la cocaína viene de América del sur, la heroína de Afganistán y la marihuana y el chocolate son principalmente producidos aquí mismo, en invernaderos o en el medio de los campos de maíz.
Con la autorización y la complicidad del propietario del campo o con amenazas contra su vida y la de sus familiares, los productores de drogas, cortan un parte de las plantas de maíz y siembran el cannabis.
El grupo de intervención de la policía de Québec trabaja sobre todo en los meses de septiembre y octubre sobrevolando con helicópteros los campos de maíz buscando los spots de plantas de marihuana.
El comercio de estas drogas está controlado por distintas mafias reagrupadas por el origen de sus jefes.
Está el grupo Oriental, los italianos, los sudamericanos y los quebequenses. Estos últimos forman asociaciones de motoqueros que controlan diversas actividades delictivas como el tráfico y la prostitución entre otras. Pero, en los últimos años estas drogas fueron siendo reemplazadas en parte por las drogas de laboratorio o sintéticas. Las más importantes son la methamphetamina, la MDA et l’extasy y por supuesto la efedrina.
Todas ellas actúan directamente sobre las conexiones neuronales del sistema nervioso central para que el consumidor entre en un estado de euforia, de desinhibición y de sensación de liviandad. Todas esas drogas estimulan el circuito del placer por algunas horas pero después la persona cae en una profunda depresión lo cual le hace sentir la necesidad de consumir otra dosis para recuperar el placer perdido.
En general, la dosis cuesta relativamente cara pero como el poder adquisitivo de los jóvenes de aquí es bastante elevado, el consumo está muy generalizado.
Incluso, se recomienda a las chicas vigilar sus copas en las discotecas porque si las dejan sobre una mesa cuando se van a bailar, alguien puede poner una dosis para tratar de sacar provecho de la perdida de control que la jovencita puede sentir después de consumirla.
Una de esas drogas se la denomina, la droga de la violación porque produce un estado de inconciencia y pérdida de memoria que hace que la persona no recuerde nada de lo que le sucedió.
Por lo que escuché de Argentina, la droga de moda por esas tierras se llama Paco, la abreviación de pasta base de cocaína.
Esta droga de pobres, fabricada de manera artesanal con productos de dudosa calidad, tiene la particularidad de provocar un estado de euforia casi instantáneo pero que dura muy pocos minutos.
Después, el consumidor cae en depresión profunda rápidamente de la cual solo puede salir con otra dosis. Y es así como el círculo mortal se instala.
Los daños al cerebro para un consumidor regular son irreversibles, y eso si logra salir vivo de la aventura.
No soy psicólogo pero tanto trabajar con jóvenes me permite comprender en parte porqué un adolescente desea consumir drogas. La inseguridad a esa edad es muy grande, se sienten juzgados por todo lo que hacen o dicen y no solo por sus compañeros sino también por los adultos.
En general no se quieren como son y no se respetan, les gustaría cambiar su apariencia, comportarse de otra manera, distanciarse de sus padres. En muchos casos viven el presente como una forma de escaparle al futuro que imaginan viendo la vida de sus mayores.
Una de las maneras de encontrar salida es distanciándose de la familia y escapando a esa realidad que parece tan catastrófica. Si a eso le agregamos que la mayoría de los adultos reacciona culpabilizándolos y atacándolos, el resultado es que se encierran cada vez más en la droga como único remedio a la incomprensión. Tal vez por mi trabajo, aprendí a no juzgarlos y a tratar de no atacarlos. Aprendí a verlos como víctimas. Comprendí que lo mejor que podía hacer era escucharlos y darles información para que pudieran sacar sus propias conclusiones.
Es curioso ver quiénes son los que más despotrican contra los consumidores de drogas… no quiero nombrar a nadie en particular pero los invitaría a prestar atención y a identificar quiénes son los que más hablan en contra de las drogas y de los jóvenes que se drogan…seguramente que entre ellos hay algunos de los que lucran con ese comercio.
Los vendedores de droga no consumen, ellos saben lo que venden y saben que es mejor no arriesgarse. Los vendedores de alto calibre están a menudo apañados por autoridades políticas y policiales y eso es verdad en cualquier país del mundo.
Si aquí se descubrieron policías que hacían desaparecer droga recuperada en operativos para venderla ellos, puedo imaginar que también debe ocurrir en Argentina. Si aquí se apresaron policías que formaban parte del crimen organizado puedo imaginar que también allí tendría que haber algunos presos. Si aquí se les quitaron los fueros a jueces y abogados acusados de complicidad directa con los traficantes, podemos imaginar que ciertos jueces y abogados argentinos deben tener las manos sucias de paco.
La lucha contra la droga es muy difícil, lo mejor que cada uno puede hacer es identificar el problema a su alrededor, en su familia, en sus amigos más cercanos y tratar de acompañar la persona para que puede recurrir a una ayuda estructurada.
No podemos improvisarnos salvadores del drogadicto, salir de esa dependencia es biológicamente muy difícil y solo la gente preparada para esa tarea tiene los recursos suficientes para hacerlo. Improvisarse buen samaritano puede terminar en peleas, frustraciones y broncas que solo van a empeorar la situación. Por otro lado, identificar y denunciar al adulto que lucra con el débil es un mínimo gesto de solidaridad y comportamiento ciudadano… esperando que las autoridades competentes se pongan los pantalones y protejan a la ciudadanía. Un chico que se droga es un chico que pide ayuda, ¿sabremos escucharlo? ¿seremos capaces de darle la mano en lugar de despreciarlo?

1 comentario:

  1. me interesó mucho el artículo, ya que nadie está libre de tener un hijo, sobrino o nieto que se haga adicto a las drogas. El éxtasis sé que marcha mucho, a pesar de su costo. Me gustaría poder reproducir este texto quizás en Facebook, o hacer algún grupo que tenga que ver con "madres preocupadas por las drogas" o algo así.
    Te agradezco la información que das...es muy interesante, pero yo quisiera saber también los nombres que los mismos adictos les dan a las diferentes drogas...hace un tiempo descubrí que ( creo era extasis y cristales, algo por el estilo decía ) le llamaban bike. Hay muchos términos que ellos usan para nombrar a las drogas impunemente entre sus mayores o en lugares públicos. Qusiera conocer más de ese léxico. Tiene usted algún link donde yo pueda entrar y que digan qué nombres les dan los chicos a las diferentes drogas?? Ahora estoy preocupada...leí algo de "megafon" y "megafonazo"...quisiera saber si ese término es sobre alguna droga...agradecería tu respuesta. Muchas gracias

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