lunes, octubre 24, 2011

La noche del triunfo de la inteligencia y el compromiso…

Anoche, en este lejano y frío Canadá que me acogió hace 29 años cuando me escapé buscando vivir una vida normal, lloré de alegría.
Anoche, por primera vez en tanto tiempo, sentí que mi lugar en el mundo no es este, que siempre estuvo en Argentina.
Anoche, todos mis compañeros muertos( pero siempre presentes en mi exilio) estaban conmigo escuchando lo que siempre quisimos escuchar.
Anoche, si alguna vez dudé de lo pertinente de nuestro sacrificio setentista, tuve la certeza de lo hermoso de aquellos ideales hoy hechos realidad.
Anoche sentí una sana envidia frente a tanta juventud alegre que puede soñar con un futuro aún mejor que el presente sin temer la represión , la tortura o la desaparición.
Anoche me ví saltando de felicidad y esperanza como en aquel lejano 11 de marzo de 1973.
Anoche realicé que mi generación, esa que quisieron destruir de la peor manera posible, tomaba el control político de nuestra querida patria.
Anoche comprendí que ya no éramos una vanguardia esclarecida sino parte integrante del pueblo.
Anoche hubiera querido gritarle a cada joven entusiasta que fué gracias a nosotros que llegamos hasta aquí (pero hubiera sido muy egoista de mi parte).
Anoche aprendí que se puede sufrir de tanta felicidad (pensando en la reacción posible de la oligarquía).
Anoche pensé que, como grupos de militantes se organizaron para apoyar la revolución cubana o sandinista, tendrían que organizarse brigadas internacionales que vayan a Argentina a aprender cómo liberar un país a nuestra manera.
Anoche imaginé a los Indignados del mundo entero gritando : Ar-gen-tina, Ar-gen-tina…! como ejemplo a seguir.
Anoche soñé que cada argentino disfrutaba de la suerte de ser argentino en estas condiciones.
Anoche más que nunca recordé que « el año 2000 nos encontrará unidos o dominados » porque el 2011 nos encuentra más unidos que nunca antes en nuestra historia.
Anoche, a pesar de los años y la distancia, volví a ser un joven militante por los derechos de todos.
Anoche hice un brindis con el Vasco Iturralde, con el Pato Bruzzone, con el Leche Novillo, con el Fer Belizán y con tantos otros que físicamente ya no están…
Anoche dormí feliz.

sábado, mayo 14, 2011

La "Seño" Cristina

Como muchos de ustedes saben muy bien, soy profesor de materias científicas. Creo que siempre fuí profesor de algo, siempre quise comprender el fondo de las cosas, hacerme una idea completa, MI PROPIA IDEA, de lo que observo para después poder ponerla en palabras.
A partir de esta pasión que es enseñar, cada situación que vivo representa una oportunidad de aprender algo y por supuesto de enseñar a alguien. Es por eso que me da mucho placer decir que más que un profesor quiero ser un educador, en parte porque profesor refiere a la escuela mientras que educador refiere a la vida.
Me gusta recordar que si alguien, ignorante (sin connotaciones peyorativas) en algún aspecto de la vida, me consulta o quiere intercambiar ideas con el objetivo de aprender y crecer, con muchísimo placer voy a dar lo mejor de mí. Ese tipo de gente me merece muchísimo respeto y sé que puedo aprender mucho de ellos.
Pero, si alguien ignorante insiste en seguir siendo ignorante, doy un paso al costado y lo dejo con su ignorancia. Lo escucho con mucha atención, le digo todo lo que quiere escuchar para alimentar su ignorancia y luego paso a otro tema. Ese tipo de persona lo único que busca es una oreja que le sirva para validar sus obtusos puntos de vista.
Como sé que hay muchas personas que no aprecian que les hagan ver su ignorancia debo adecuar mi discurso al interlocutor, “segun la cara del cliente”.
En ciertos casos me consideran un enemigo que lo único que pretende es degradar y entonces responden con agresión; en otros adoptan una actitud condescendiente, con una sonrisa burlona sin escuchar los argumentos y hasta te miran fijo pero sin verte...
Es por eso que cuando debo trabajar como educador, antes de hacer mi trabajo me pongo un “impermeable invisible” que me proteje contra todo tipo de consideración, que ella sea positiva o negativa. Tanto contra los insultos fáciles como los halagos de compromiso. Todos mis alumnos saben que no hago ese trabajo para “ganar un concurso de popularidad”.
La ventaja de ese atuendo es no solo la protección que me brinda frente al humor de mis interlocutores sino tambien < y fundamentalmente > es el mensaje que le manda a ese interlocutor... es algo así como : “escuchame si querés, lo hago por vos, porque lo que es yo, no necesito de tu atención” o bien “hacé lo que quieras, yo ya sé cómo funciona esto, el que tiene que aprender sos vos”.
De esa manera me ubico “más allá del bien y del mal”, como en un nivel superior, sin espectativas particulares y haciédole sentir que el único que tiene algo para ganar o perder es el otro.
Por mi parte, el ubicarme allí me da una libertad de acción y un ligereza de sentimentos que me permite hacer mi trabajo con total objetividad. Siento realmente que lo que hago, lo hago por mi interlocutor y nada por mí (AUNQUE HACERLO SEA LA ESENCIA MISMA DE MI PLACER DE EDUCADOR).
Ya sé que puede parecer sobrador y hasta desagradable si uno exagera la actitud, por eso es que hay toda una técnica que debe ser puesta a punto para que el interlocutor, en lugar de cerrarse, sienta que tiene algo para ganar si me escucha y además, que ninguno de sus argumentos podrá llevarme a sus contradicciones y angustias.
Aunque les parezca mentira fue en todo esto que pensé cuando escuché y leí el discurso de Cristina Fernandez en José C. Paz.
Nuestra ciudadanía (¡todas las ciudadanías!) necesitan educadores con una visión a largo plazo que no todos pueden tener, para eso existen los educadores.
En la ciudadanía hay gente ignorante que quiere aprender y otros que solo quieren hacer valer sus obtusos puntos de vista. En ambos casos hay que ponerse el “impermeable invisible” para protejerse de los insultos vomitados sin vergüenza y de los halagos de compromiso.
Cristina Fernandez actuó como educadora frente a una clase de alumnos. Y la mejor prueba de lo que digo es que sus alumnos, como la respetan porque enseña con el ejemplo, inmediatamente pusieron orden en sus comportamientos. Como una “Seño” que pega un grito en una clase de escuela primaria.
El desafío fundamental de todo aquel que quiera ser dirigente en nuestro país (¡en todos los paises!) es el de saber educar adoptando una actitud distante frente a los resultados obtenidos por los alumnos (funcionarios, políticos, sindicalistas, etc.). Sé por experiencia que si mi alumno siente que su resultado me importa al punto de preocuparme más que a él, es evidente que me va a manipular hasta obtener la nota que busca.
Si se da cuenta que a mi no me interesa particularmente su situación pero que si me necesita para salir adelante lo puedo ayudar, hace lo imposible para solucionar sus problemas.
Cristina Fernandez les dijo a todos, “Si quieren hacer algo interesante pueden contar conmigo, pero las reglas de funcionamiento de la clase las determina la maestra; yo ya pasé todos los examenes mientras que ustedes todavía no tienen ningún diploma”.
Se afirma (en el mundo entero) que los políticos lo único que pretenden es perdurarse en el puesto, Cristina Fernandez rompió con esa imagen perversa del político. Justamente ella que es la única personalidad política que muchos quisieran ver perdurar por muchos años más.
Hace más de dos meses que pienso en esto, desde que comenzaron los actos pidiendo a Cristina Fernandez que sea candidata a presidente, porque creo que ciertos sectores lo hacen por intereses personales y no nacionales.
Su discurso me llenó de placer y tranquilidad.
Seguramente que si ella no es candidata a presidente en las próximas elecciones me dolerá muchísimo, pero al mismo tiempo sentiré una gran alegría por ella, ya que estoy convencido que será un momento de satisfacción personal saber que puede bajarse por decisión serena y educar sin estar allí.
Nestor Kichner nos educa con su muerte, con su entrega hasta el fin, Cristina Fernandez puede educarnos con su ejercicio pleno de la libertad.
Muchas gracias Señora Presidente por tanta educación en tan poco tiempo

jueves, marzo 24, 2011

1976-24 de marzo-2011 Apenas 35 años y ya logramos mucho...

Estas fechas conmemorativas nos invitan a mirar nuestro pasado reciente para tratar de comprender la realidad de nuestras vidas.
Quiero retroceder un poco más lejos para poner en contexto lo sucedido con tantos argentinos asesinados por una dictadura sin límites morales.
Sabemos que en el siglo XX hubieron 6 golpes de estado contra gobiernos democráticamente elegidos por el pueblo.
En todos los casos, las cabezas visibles de esos gobiernos ilegales funcionando con total impunidad (y hasta con la complacencia y la aprobación de una gran parte de la población) fueron las fuerzas armadas.
Lo que no se dice -y lo que se calla deliberadamente- es que los ideólogos de esas asonadas asesinas son siempre los mismos sectores de poder que nunca son molestados por la justicia ni por la desaprobación popular.
Los centros históricos del poder económico nacional y extranjero nunca son identificados ni responsabilizados por las muertes ni los desastres, peor aún, son ellos los únicos beneficiados por la inestabilidad y por la muerte y desaparición de los ciudadanos más sanos y solidarios de nuestra sociedad.
Son esos mismos actores los que sacaron provecho sin límite de la destrucción de la organización popular matando, encarcelando y desapareciendo a los argentinos socialmente más comprometidos.
Son ellos los que se enriquecieron al hartazgo destruyendo la industria nacional, apropiándose las tenencias de empresarios acusados gratuitamente de subversivos, precarizando el empleo, impidiendo la organización sindical, enviando sus ganancias al extranjero al mismo tiempo que gritan “Viva la Patria”.
Lograr, como hoy, que asesinos de inocentes se encuentren frente a tribunales es un logro inmenso, es muy fuerte como imagen de madurez ciudadana, política y social porque desarma cualquier argumento que pretenda afirmar que se busca venganza.
En nuestro sistema republicano, encontrarse frente a un juez quiere decir haber cometido un delito. La prueba es que esos mismos asesinos no pudieron llevar a los supuestos “subversivos” frente a la justicia porque nunca hubieran podido condenarlos por falta de delito. Por eso optaron por matarlos, desaparecerlos o encarcelarlos indefinidamente sin acusación legal.
Creo que debemos decir sin sonrojarnos y sin buscar eludir responsabilidades que todos somos un poco responsables de las atrocidades cometidas durante la dictadura. En ciertos casos por silencio, en otros por hastío frente a una inestabilidad creciente, también por ignorancia o por egoísmo.
Es fundamental aceptar esa pequeña porción de responsabilidad para entender que hoy también somos responsables de esta primavera política que vive nuestra nación.
Comprender lo que hicimos mal y felicitarnos de lo que hacemos bien, debe servir de guía para valorar nuestro presente de libertad.
Lo más hermoso de esta conmemoración es constatar que si la podemos hacer en este marco multitudinario y con jóvenes participando en gran número es porque hemos recuperado las condiciones para hacer saber al conjunto de nuestro país que la dictadura es cosa del pasado, que vivir en libertad es un derecho y una obligacion de cada ciudadano, que la angustia, la violencia y la persecucion provocadas por una diferencia de opinión no pueden nunca más formar parte de nuestro cotidiano.
No es suficiente recordar, no alcanza tampoco la búsqueda de la justicia imprescindible, es necesario construir una cultura del respeto, de la convivencia, de la aceptación del otro, de inclusión social y de un futuro a corto, mediano y largo plazo guiado por las instituciones democráticas.
Si no logramos estructurar esta nueva forma de ver nuestro rol en la sociedad no estaremos al abrigo de nuevas veleidades dictatoriales de aquellos grupos de poder económico que por ahora están solo esperando nuestro descuido.
Reconozcamos lo sano y positivo de esta conmemoración de homenaje para llevarlo como imagen constructiva de lo que se debe evitar para ser feliz y vivir en paz.
Tengamos presente a todas estas víctimas innocentes por no haber cometido delito alguno pero que vivieron plenamente comprometidos con el futuro de cada uno de los argentinos. Recordemos a diario sus compromisos y su entrega absoluta por un patria más justa y más alegre.
Que la seguidilla de presidentes constitucionales que dura ya 28 años, perdure y que los pimpollos de la primavera politica que este gobierno nos permite vivir desde 2003 pueda llevarnos hasta la aparición de las flores de una nueva generación de argentinos plenamente concientes de las trampas a evitar para vivir en paz y ser feliz.

domingo, febrero 27, 2011

EL GLIFOSATO TAL VEZ SIGA MATANDO… GENTE !

Después de leer el artículo sobre el fallo judicial controlando la fumigación con glifosato http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-163087-2011-02-26.html sentí una cierta alegría por el relativo avance de la verdad sobre la mentira... pero me duró poco.
Hoy me encontré con este otro artículo http://www.lacapital.com.ar/contenidos/2011/02/25/noticia_0046.html y con este otro http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/subnotas/163087-52228-2011-02-26.html que me pusieron los pelos de punta...
¿Quién le paga el salario a este tipo? ¿Monsanto o el pueblo argentino? Ese tipo de comentario no nace de la ignorancia, eso es deshonestidad (hijodeputismo puro)...
Que alguien se lo haga saber, por favor...