martes, diciembre 14, 2010

El glifosato sigue matando...gente!!!

Este texto lo escribí y grabé para LT29 radio Venado Tuerto en mayo del 2007 pero es de absoluta actualidad.
A principios de febrero (de 2007) una de mis alumnas comenzaba un proyecto de investigación sobre el Round Up Ready. Emannuelle, mi alumna, quería verificar los efectos del herbicida sobre las lombrices ya que según Monsanto ese producto no afecta para nada la vida animal y actúa solamente sobre los vegetales. Su interés nació cuando le comenté que visitando Chabás (en el centro de la producción sojera), me llamó la atención la falta de pájaros en los campos de soja y me pregunté si la cadena alimenticia estaría afectada por el herbicida.
Efectivamente, la molécula de glifosato, el principio activo del Round Up, no parece afectar la vida animal según estudios hechos por diferentes laboratorios en todo el mundo y no solo los de Monsanto. El problema es que en la composición química del herbicida se utilizan otros productos que no son presentados o analizados por la compañía porque forman parte del secreto industrial o porque las concentraciones son pequeñas. Al parecer serían esos productos los que tendrían una acción nefasta sobre la vida animal incluido el ser humano.
Mi alumna había leído unos artículos preliminares de un estudio realizado por un equipo de científicos franceses de la universidad de Caen dirigidos por el profesor Gilles-Eric Seralini. En ese trabajo, los investigadores buscaban una explicación a las malformaciones congénitas, las deficiencias hormonales y los abortos espontáneos de mujeres agricultoras de la provincia de Ontario en Canadá y de otros estados en Estados Unidos cercanos a la región de los grandes lagos.
No tomó mucho tiempo encontrar una relación directa entre la cantidad de Round Up Ready utilizada en esa zona eminentemente agrícola y todos esos problemas de salud. Solo resta encontrar la molécula culpable de las mutaciones genéticas.
Mi alumna decidió estudiar una de esas moléculas que lleva la abreviación de POEA de su nombre en inglés “poly(o-ethoxyaniline)”.
Para que puedan entender el tema les digo que el glifosato no puede entrar solo en las células de las plantas para matarlas entonces se agrega el POEA que abre la puerta celular para que el glifosato pueda atacar.
El POEA, haciendo una explicación simple, es algo así como un detergente, permite mezclar aceite y agua y de esa manera actúa como un comodín: hace el puente entre esas dos substancias que normalmente no se mezclan.
Emannuelle preparó tres grupos de 300 lombrices en recipientes separados. A un grupo lo regó con Round Up Ready, al segundo le puso glifosato solo y al tercero POEA solo. Finalmente preparó un grupo de lombrices sin ningún producto, en una tierra normal para utilizarlo como control.
Al cabo de una semana sacó las lombrices una por una de cada grupo y las contó y pesó para ver cuántas morían y a qué ritmo crecían. Repitió el mismo procedimiento a las dos semanas y no fue necesario seguir más lejos.
Los resultados son increíbles. Las lombrices en el medio natural sin productos químicos agregados sobrevivieron casi todas y crecieron a un buen ritmo. Las que recibieron glifosato solo también, salvo unas pocas que murieron o crecieron más lentamente, pero nada significativo. Las que recibieron Round Up Ready murieron en gran cantidad y las sobrevivientes no crecieron al ritmo de las normales.
Pero lo más espectacular es lo que pasó con las lombrices expuestas al POEA. Debo decirles que las lombrices utilizadas tienen la particularidad de reaccionar a la presencia de un ataque químico produciendo dentro de su cuerpo un líquido amarillo que eliminan por el orificio posterior. Unas horas después de aplicarles el POEA, la cavidad abdominal de las lombrices se ponía amarillo intenso. Pero lo más dramático era ver a las lombrices salir del fondo de la tierra, aflorar a la superficie retorciéndose en todos los sentidos queriendo escapar del recipiente. No exagero nada, lo tenemos todo filmado y cualquiera que quiera hacer la misma experiencia puede comprobarlo.
Olvidé decirles que las cantidades de Round Up Ready y de POEA utilizadas son similares a las utilizadas en nuestros campos.
Las conclusiones de esta experiencia son evidentes: uno de los productos químicos presentes en el Round Up Ready, el POEA, tiene un efecto nefasto sobre la vida animal en clara contradicción con lo que dice Monsanto, la cual afirma solamente que el glifosato es inofensivo pero calla todo estudio sobre los otros químicos presentes en su herbicida.
Para los conocedores les digo que este producto inhibe la aromatase, una enzima responsable de la síntesis de diversos compuestos aromáticos de la célula como son diversas hormonas como el estrógeno.
No soy adivino, soy solo un simple químico pero recuerdo muy bien que en una visita que hice con mis alumnos a la aceitera de Chabás hace tres años le pregunté a los ingenieros de la empresa si ellos sabían que con la soja transgénica y el herbicida desparramado sin control sobre todos los campos del país estaban transformando nuestra pampa en un desierto.
Por supuesto que mis palabras sonaban a herejía, es como decirle a un vendedor de cigarrillos que está matando a la gente de cáncer. No puedo pretender que ellos se pongan a defender el medio ambiente y la salud de la población. Vendiendo esos productos hacen las ganancias.
Para completar el estudio de mi alumna, al poco tiempo fue publicado un artículo del equipo de investigadores franceses en el cual nos informan que han encontrado una relación directa entre el Round Up Ready y los problemas de salud identificados en Ontario. El herbicida vendido en el comercio es mucho más tóxico que el glifosato puro, el problema es que no se puede rociar con glifosato solo porque sin el POEA no entra en la planta y entonces no cumple su función. Los agricultores están obligados de utilizarlo con el POEA y así causar problemas de salud graves en toda la fauna y en particular en los humanos.
Ese producto luego se encuentra en el agua y en los productos agrícolas expuestos al Round Up Ready.
Estos estudios ponen en evidencia también las deficiencias en los controles de los organismos gubernamentales responsables de la salud de los ciudadanos.
Y cuando digo esto no hablo solo de Argentina ya que el Round Up Ready se vende en casi todo el mundo y en Europa y América del Norte nadie vio el problema, hasta ahora.
El asunto es ver cómo hacer para solucionar esto sin prohibir el herbicida. Imagínense si el Round Up fuera prohibido, ¿qué pasa con todos los cultivos transgénicos que se hacen utilizando su poder? Incluso la alfalfa transgénica ya está en el mercado y si bien esta no es destinada al consumo humano, son las vacas que la van a utilizar embebida en POEA. ¿Quién puede prever las consecuencias? Por lo pronto, lo mínimo que se podría esperar sería que el gobierno argentino, las provincias y hasta las municipalidades reglamenten eficazmente la aplicación de ese producto en las zonas próximas a las habitaciones y sobre todo allí donde el agua potable proviene de pozos ya que los riesgos de contaminación son muy grandes.
Antes de salir para Canadá (1982) trabajé aplicando glifosato con el método antiguo: la soguita embebida que tocaba las malas hierbas antes que la soja creciera. Ese método es súper seguro porque no hay fumigación, no hay herbicida ni en el suelo ni en el agua. Es evidente que fumigar es más fácil pero los costos humanos, ecológicos y sociales son incalculables.
Además sería pertinente establecer estadísticas sobre la incidencia de malformaciones congénitas, abortos espontáneos y problemas de esterilidad en número elevado para tratar de identificar el lazo con la utilización del herbicida. Lo ideal sería modificar toda la estructura de la producción agrícola del país, algo utópico pero necesario.